domingo, 8 de febrero de 2015

José Pérez Zamora. Al Horno Alto Número 2


          Pertenecías a una gran familia que fue totalmente aniquilada por aquellos que solo se diferencian de los Hunos en las armas que llevan, pero que  los efectos son los mismos. Por donde pasan no dejan nada más que los signos de desolación y a ti te han embalsamado como tal, para que no nos olvidemos de que por aquí han pasado los Ellos, no los Hunos sino Otros..
          Los Hunos venían con sus caballos y armas , los Ellos vinieron con sus papeles y lápices, con las cuentas hechas por sus jefes , sin moverse desde su poltrona. Nos cortaron el suministro de alimentos, como ya ocurrió en la época de los romanos, nos dejaron morir por hambre y luego nos arrasaron..
          De la misma forma que los romanos dejaron el castillo derruido a ti te dejaron muerto, pero embalsamado.
          Tanto los Romanos , como los Hunos, como los Ellos o como los que después vengan SE EQUIVOCAN.
          Pueden matar la materia, pero no el espíritu .En el espíritu se encuentra la fuerza, la cultura y la tradición , pero a ninguna de las tres se las puede matar nunca. Cuanto más se les persigue y maltratan más grande se hacen.
          No saben los Ellos que en tu figura embalsamada, no solo está tu espíritu, sino el de toda aquella gran familia que a principios del siglo veinte se instaló en los terrenos hoy desolados.
          Tu presencia, aunque embalsamado, nos sirve a los supervivientes como estimulo para seguir luchando y con nuestra lucha , demostrar a los Ellos que no están solos y que tarde o temprano cada cual ocupará su espacio.
          Estas padeciendo mucho, pero no desfallezcas,  sigue erguido y demostrando tu alegría con esos toques de sirena, que al oírlos nos quitan años de encima.
         
GRACIAS, HORNO ALTO NUMERO 2


          José Pérez Zamora

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