Está situado al lado opuesto de
la entrada principal del teatro romano, por lo que se puede apreciar en una de
las fotografías.
Este camino lleva directamente al
calvario, también un lugar singular al que animo a visitar.
Accedemos al sendero por las escaleras
del lado derecho, en el que se puede ver parte de las mazmorras del teatro.
Lo he bautizado así porque me
recuerda a la escena de Jesús en el campo de los olivos.
Este lugar tan significativo para
mí refleja la tranquilidad y la relajación de respirar aire fresco entre la
polución que nos invade hoy en día.
Aunque está al borde del casco
antiguo, en pocas ocasiones se escuchan ruidos no relacionados con la
naturaleza.
Es ideal para dar un paseo y
disfrutar de las vistas de la cuidad, mezclando en la escena montaña y mar.
Es el sitio perfecto para pensar
y disfrutar de momentos de soledad, el cual todo el mundo necesitamos de vez en
cuando.
Deseo que este lugar, mi lugar,
sea de agrado para ustedes y disfruten de su encanto como lo hago yo.
Eva Diego
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